MENOS CRITICA MÁS TOLERANCIA

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MENOS CRITICA MÁS TOLERANCIA

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La democracia tiene reglas, por supuesto que si. Estamos ante unos tiempos extraños, desgraciadamente extraños. Algo que se debió a que gobierna el PSOE, un partido que no le tocaba. Pero que vamos a hacer, por un puñetero atentado le votaron más y a no ser que nos levantemos en armas no lo quitaremos.

Con esta espeluznante frase me recibía un profesor, catedrático de universidad, en una cafetería, a lo cual yo le respondí, con mucho respeto, que una persona puede ser licenciado, catedrático y casi una eminencia en su campo de saber y ser perfectamente idiota; y para muestra un botón.

Él ya sabe que soy un poco rojeras, de los de sin carné, y como afortunadamente ya no me da clase puedo ser honesto, algunas veces franco y en otras un poco cruel. La preocupación no es que me otorgue esta confidencia, lo verdaderamente peligroso es que hay muchos que piensan como él.

Por supuesto que saben ya de lo que estoy hablando: de la crispación; eso que todos conocemos, no es nada más y nada menos que el ejercicio de la oposición de una manera irresponsable, agitando las masas, todo con una serie de elementos tales como la radio (Jiménez Lozanitos), la prensa escrita (edMundo) y la televisión (TeleEspe, Antena Trois…). Y eso que no estoy en contra del simple, sano y democrático derecho a la crítica, ni siquiera con el ejercicio algunas veces reprochable de la opinión, la crispación deja todo esto atrás puesto que cuando se llega mas allá y se manifiesta con el ejercicio de acciones encaminadas a destruir la credibilidad de un poder del Estado ya sea el legislativo, ejecutivo o judicial. El sistema es muy simple, siguiendo la máxima de Paul Joseph Goebbels de que una mentira repetida mil veces es una verdad con todas las consecuencias.

La crispación se sirve de todo lo que esta a su alcance, medios de comunicación, poderes fácticos del Estado (la Iglesia), y cuantos instrumentos pongan en su mano. Su formula es bien sencilla agitan a las masas y realizan acciones contra el poder establecido; tales como manifestaciones contra una educación laica, los matrimonios homosexuales, distintos Estatutos de Autonomía, la ley de la memoria histórica…bueno en fin y lo que se les ponga al paso. En dicho ejercicio mienten y calumnian, para que la gente piense que esto es una catacombe, perdón hecatombe (esto de haber estudiado en colegio de curas lleva a saber más el padre nuestro que la gramática).

Con lo de la educación laica no necesito hacer apologías, simplemente que una educación pagada por el Estado, es decir por todos, no tiene como fin adoctrinar ciudadano sino hacerles agentes de cambio, por lo que una educación laica es una garantía de calidad ética y humana del individuo, es la clave de bóveda de la convivencia y el respeto a las instituciones. Éste, en caso de decidir libremente el conocimiento o la practica de una religión, debe quedar en el terreno personal, -vamos a ver, que el que quiera aprender religión que vaya a la catequesis, y el que quiera ir a misa que pague entrada, como en el fútbol.

Y sobre temas como la ley de parejas homosexuales, o mejor aun sobre la memoria histórica, deberían darse cuenta que todavía hay muchos Ciudadanos enterrados en las cunetas, que fueron repudiados y olvidados, simplemente por defender el Estado de derecho legal, progresista y democrático existente.

Me parece que sigue en boga "las dos Españas" - si, en serio que existen-. No hay más que ver las banderas que sujetan en las manifestaciones; bueno ustedes ya saben la que lleva una gallina o quizás o un águila; esas que nos recuerdan a los años del NO-DO.

Por eso hay que resignarse a ver dos españas, una la de la intolerancia, la crispación y el insulto; y enfrente la España del dialogo, la concordia y el progreso.

Solamente esperar que esta derecha se torne como la derecha Francesa o la Alemana que tienen unas líneas ideológicas y programáticas muy cercanas al centro, y por supuesto realizan una oposición ética, respetuosa y responsable; no es que utilicen sordina en sus criticas, es que las hacen sin buscar agitar a las masas, ni la confrontación popular.

Me gustaría esa derecha, por eso amigos espero que si alguno de los que lee este artículo; se lo puede hacer llegar a algún líder de la derecha seguro que le hace recapacitar, o no, pues como decía mi padre intentar hablar con ellos es como lavar la cabeza a un burro, se pierde el jabón y el tiempo.